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La importancia y apego a principio es fundamental, los acuerdos políticos y la legitimación de leyes que avasallan derechos y conquistas no es bien recibida por las masas, las modificaciones o retiro de ciertos artículos no modifican la naturaleza de estos ignominiosos paquetes de leyes concebidos de espalda al pueblo trabajador.
Las modificaciones cosméticas no pueden considerarse como leyes beneficiosas para los sectores populares.
En síntesis, con estas actitudes de legitimidad dudosa, no se avanza y si se logra el objetivo del enemigo de clase.
Continúa el ataque contra ANTEL, en estos días se estará votando la venia de Gabriel Gurmendez por 3er. vez, en este caso como Presidente del Ente, lo cual nos reafirma el pensamiento que el gobierno multicolor viene por nuestra liquidación y beneficiar a las multinacional, empoderarse o más bien piratearse de nuestro Patrimonio Nacional y la Soberanía del país.
NO a la LUC y NO a la modificación de la Ley de Medios deberá ser nuestra consigna.
Los rasgos característicos de la Sociedad Capitalista fueron descritos por los fundadores del llamado materialismo histórico, las tendencias que descubrieron son hoy una realidad a escala planetaria. La extensión de la producción capitalista basada en el trabajo asalariado por sobre todas las formas anteriores de producción de riqueza social.
Las capas intermedias, sin desaparecer, pierden peso ante la división de la sociedad en dos grandes campos.
Por sobre la gran heterogeneidad de las clases antagónicas se impone objetivamente la contradicción Capital - Trabajo en el centro de los conflictos del reparto de la riqueza social. Crece concentrada y centralizada la masa de las ganancias capitalista, crece la productividad del trabajo a partir del trabajo "vivo" - trabajo "muerto" y con esto el empobrecimiento relativo de los productores directos de la riqueza. Inmensas cantidades de riquezas acumuladas en forma de Capital, que periódicamente queda ocioso, no entra en funciones o se destruye.
Por otra parte, las crecientes masas de la población están obligada a vender su fuerza laboral por estar desprovista de otro medio de subsistencia. (un claro ejemplo es: UPM II)
El mundo de hoy plantea alegremente “el privilegio de ser explotado”. La ausencia de comprensión del lugar que se ocupa en la producción es un aspecto central y debe colocarse en el primer lugar de la agenda de los dirigentes de base sindical.
El desarrollo de los medios de producción y el rezago de las relaciones de producción pautan la época, las fuerzas productivas han alcanzado ya un nivel de desarrollo que coloca las condiciones objetivas para la revolución social, claro está que no se reflejan directamente en mejores condiciones subjetivas. (basta con ver, el proyecto productivo que se viene aplicando por décadas, modelo forestal, sojero, extractivo, todos ellos lejos del modelo real uruguayo).
Desde luego que tampoco se deben omitir las derrotas políticas que significaron los intentos de construir sociedades socialistas sin comprender cabalmente el tema del PODER-ESTADO, procesos que terminan abriendo pasó a una contraofensiva reaccionaria en la mayoría de los casos.
Este viene siendo el rasgo de la época que se presenta como el desafío cardinal, la reafirmación de las ideas revolucionarias, es decir la IDEOLOGIA DEL PROLETARIADO o el hundimiento de millones de mujeres y hombres a condiciones infrahumanas.
Es por tanto la época del Imperialismo en decadente peligrosidad y la revolución proletaria mundial. Analizar críticamente de cara a las masas nuestros fracasos y aciertos es tarea fundamental, aplicando el principio de lo general a lo particular, de la crítica y la autocrítica.
En este tiempo entonces de ofensiva neoliberal capitalista, es etapa de ir generando una síntesis y por tanto superación dialéctica en CONTENIDO y en FORMA, esta última siempre se adapta al CONTENIDO.
Nuevos auges de lucha de masas, levantamientos de la clase obrera y otros sectores potencial y concretamente condenados (Intersocial uruguaya), abrirán cauce a una conducción y rumbo revolucionarios, que continúa hoy unido y en lucha con las variantes de los descoloridos reformismos, que desorientan, debilitan. (ver que la oposición partidaria voto el 52% de la LUC, a sabiendas que era Inconstitucional y por semanas levanto esta bandera).
Derramar ideología y el trabajo ordenado, planificado y consiente, para prepararse y ayudar dialécticamente (educando y aprendiendo de ella) de las masas. Pronto necesitaremos llegarle al pueblo Oriental y tendríamos que ser verdaderos transmisores de la situación que atraviesa el país, tarea para nada sencilla, por el bombardeo mediático de los medios de comunicación masivo, y el comportamiento legislativo al momento de legislar.
La responsabilidad es llevar claridad ideológica/política a las masas, esa es la CANTIDAD, la CALIDAD es la ideología y es tarea de formación y conocimiento del “cuadro sindicalista”. Desde luego que el número pesa en la balanza cuando está unido por la asociación y guiado por el saber.
De ello se deduce la responsabilidad de los militantes/sindicales, indagar en la ciencia social moderna (para los marxistas-leninista es el “materialismo histórico”, “filosofía de la praxis”, etc.) y es hacerse del saber científico, empoderarnos del conocimiento.
Considerar en primer lugar el conocimiento de la realidad política a transformar, esté tiene un momento empírico de conocer las formas de las luchas históricas y presentes de las masas, sus métodos más efectivos, su estado de ánimo, sus preocupaciones. A muy corto plazo, tendremos un doble escenario la LUC y la Ley de Medios.
Enraizarse en la realidad de la lucha de clases, en la práctica viva. Ese es el segundo aspecto, propagandear la orientación política en permanente intercambio y enriquecimiento con la realidad concreta, difundir el método de análisis. La organización inserta en las luchas de las masas.
La unificación para la lucha en todos los niveles, en el más elemental de la lucha económica, sindical, gremial estudiantil, gremial agraria (en los países donde existe movimiento campesino, etc.), pero también para la lucha política. Por lo tanto, el asunto de la inserción de los sindicalistas y su trabajo entre las masas es un asunto central de los procesos de revolución social.
Es una condición para el triunfo, este último está determinado por el avance en los escalones de conciencia, en la comprensión del fenómeno y en el objeto a transformar dialécticamente, es decir en la superación del Capitalismo.
Aporte a la discusión compañeros: O Z, Gerardo Carbone y Julio González
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